Existen aceites esenciales que son tóxicos, hay que tener mucho cuidado y conocer bien cada tipo de aceite antes de utilizarlos. No conviene usarlos con demasiado frecuencia ya que pueden llevar riesgos para la salud. No recomendamos ingerir ningún aceite esencial.
Hay que tener en cuenta que muchos de los aceites son muy concentrados y tienen que ser diluidos en un aceite portador como por ejemplo el aceite de geranio, lavanda, jazmín, rosa… En las descripciones de los diferentes aceites, te indicamos si deben ser mezclados.
Nos se aconseja usar aceites esenciales en bebés, niños pequeños o mujeres embarazadas. Tampoco debes usar los aceites con tus mascotas.
Los efectos secundarios que se derivan de los aceites esenciales son múltiples. Algunos ejemplos son: malestar, dolor de cabeza, somnolencia, alergias en la piel e irritaciones. Siempre debes hacer una prueba con una pequeña cantidad de aceite para ver que no tengas ninguna alergia. Nunca debes aplicarte los aceites sobre los ojos u otras zonas sensibles.
Los aceites esenciales pueden provocar adicción si se usan con demasiada frecuencia y falta de concentración con lo que no es aconsejable utilizarlos si necesitas estar concentrado.
Los aceites cítricos son fototóxicos con lo que si te los has aplicado tópicamente, recomendamos esperar 72 horas antes de exponerte a la luz solar o artificial.
Siempre tenemos que usar marcas reconocidas para garantizar que los ingredientes sean de máxima calidad. Si experimentas malestar utilizando cualquier aceite esencial interrumpe su uso y consúltalo con tu médico.
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