Es, probablemente, una de las plantas de interior más hermosas que existen y que más confunden. Has leído bien: confundir. Lejos de mostrar una única cara, esta familia botánica cuenta con 25 especies distintas. Un número que se engloba bajo el nombre de Calathea y que, a pesar de todo, comparte entre sí una característica fundamental: el increíble diseño de sus hojas. Sin embargo, no es la única cosa en común que tienen todas las variedades. Además, los cuidados de la Calathea son sumamente similares para todas las especies. Un detalle fantástico ya que, conocidos los cuidados de una, podremos lanzarnos a disfrutar de muchas otras. Porque esa es otra de sus virtudes: la increíble versatilidad de diseños de sus hojas crea adicción.
Es, precisamente, el dibujo de sus hojas lo que marca la diferencia entre una Calatheas y otra. Lanceladas o redondeadas, con nervios marcados o difuminados… la principal característica de esta familia es el diseño y color que cada una de ellas presenta. Uno que hace de estas plantas verdes unas auténticas aliadas para quienes buscan plantas ornamentales para decorar cualquier espacio. Es más: su increíble versatilidad hace que sea prácticamente imposible no encontrar la que mejor encaja en cualquier interiorismo.
Pero, más allá de su valor estético, volvamos a los cuidados de la Calathea. Porque, salvo pequeños detalles particulares, conocer los genéricos de la familia implica poder cultivar cualquiera de sus especies. Algo que nos permitirá disfrutar de la pasión que despiertan unas plantas de orígenes tropicales perfectamente aclimatadas a nuestras latitudes.
- 6 CUIDADOS DE LA CALATHEA EN CUALQUIERA DE SUS VERSIONES
- 1. La luz, moderada y siempre indirecta
- 2. El riego, uno de los cuidados de la Calathea más sensibles
- 3. El abonado, importante durante todo el año
- 4. La humedad ambiental, otro aspecto fundamental
- 5. La temperatura, un cuidado a controlar
- 6. El trasplante, uno de los cuidados de la Catathea que debemos posponer
6 CUIDADOS DE LA CALATHEA EN CUALQUIERA DE SUS VERSIONES
Antes de entrar en detalle sobre los cuidados de la Calathea, no está de más conocer un poco más este tipo de plantas. Ya hemos visto que las hojas son lo más llamativo, pero también es interesante conocer cómo es el resto de la planta. En líneas generales, esta familia suele caracterizarse por contar con un buen porte que oscila según la especie entre los 40 centímetros y el metro de altura. Además de esto, son muy profusas en la creación de tallos que terminan en una única hoja de buen tamaño.
Eso sí: si somos amantes de las flores, esta familia no es la mejor opción. Si bien es cierto que siguiendo los cuidados de la Calathea a rajatabla podremos verla florecer, no es lo más llamativo de la planta. Como en todo, hay excepciones. Nos referimos a la Calathea Crocata: una de las variedades más reconocibles por sus varas florales alargadas que culminan en una flor naranja.
Comprendidas las características generales de esta familia, veamos cuáles son sus demandas para regalarnos su increíble belleza. Y seamos francos: si bien los cuidados de la Calathea no son muy exigentes, no es una planta de cultivo sencillo. Por lo que, si nos estamos iniciando en el mundo de la jardinería, es mejor postergarla un poquito antes de aventurarnos a su cultivo.
1. La luz, moderada y siempre indirecta
Un detalle sorprendente teniendo en cuenta que hablamos de una planta tropical. Y comprender por qué necesita luz moderada pasa, irremediablemente, por conocer cómo crece en estado salvaje. La Calathea es una planta propia de los sotobosques de la selva tropical brasileña. Unos espacios marcados por la humedad pero, también, por una luz sumamente tamizada que se filtra a través de las hojas de los árboles de mayor tamaño.
Dado este detalle, el espacio ideal para nuestra Calathea será siempre uno con luminosidad moderada y que huya siempre del sol directo. De exponerla a él, las hojas se quemarían. Es más: podemos cultivarla sin problema en un lugar sombreado de nuestra casa. Un espacio que recrea, en cierta manera, el original en el que crece en la naturaleza.
2. El riego, uno de los cuidados de la Calathea más sensibles
Uno de los cuidados de la Calathea más importantes. Cuando hablamos de plantas tropicales, solemos creer que eso es sinónimo de mucha agua. Es cierto: hablamos de plantas con una necesidad de humedad alta. Pero eso no tiene que ver, forzosamente, con la pauta de riego.
Teniendo esto en cuenta, hay que comprender que la Calathea necesita tener el sustrato ligeramente húmedo durante todo el año. En los meses de invierno, lo ideal es esperar a que se seque ligeramente entre riego y riego. Una pauta que cambia con respecto a los meses de crecimiento. Así durante la primavera y el verano, tendremos que regarla de forma abundante sin olvidar un detalle: retirar el agua sobrante del riego del plato inferior.
Importante: no mojar nunca las hojas.
3. El abonado, importante durante todo el año
Solemos creer que los abonos están relegados, únicamente, a los meses de crecimiento. Y, si bien es cierto que en algunas plantas es un cuidado que solo demandan en primavera, también es importante saber que fertilizar es uno de los cuidados de las plantas de interior en invierno.
En este punto, la Calathea es exigente. Incluso durante los meses de frío, demanda una dosis mensual de abono. Una pauta que tendremos que incrementar en los meses de crecimiento, aplicándole un abonado cada 15 días.
4. La humedad ambiental, otro aspecto fundamental
Otro aspecto fundamental de los cuidados de la Calathea. Y volvemos, nuevamente, a hacer mención a sus orígenes selváticos. En la naturaleza, esta familia está expuesta a un grado de humedad ambiental altísimo. Uno que difiere y mucho del que podemos tener en su cultivo dentro de nuestra casa. La humedad ambiental es vital para el correcto desarrollo de nuestra planta. Si la Calathea no tiene el grado que necesita, nos lo hará saber mediante sus hojas: los bordes se colorearán de marrón.
Evitarlo pasa por utilizar dos métodos de hidratación ambiental. En los meses de invierno, bastará con colocar piedras o grava sobre un plato y, sobre ellas, nuestra maceta. Llenando de agua el plato hasta las piedras, la Calathea tendrá la humedad que demanda sin que el agua toque el cepellón de la planta. En los meses de verano, podemos mantener este método. Pero, sin duda, nuestra planta nos demandará más. De ahí que sea importante hidratar las hojas, pulverizando agua a buena distancia sobre ellas.
Un consejo: tanto por su demanda de luz como por sus necesidades de humedad ambiental, la Calathea puede ser una candidata perfecta a nuestra lista de plantas de interior para tener en el baño.
5. La temperatura, un cuidado a controlar
Recordemos: es tropical. Y, por ese mismo motivo, hablamos de una planta que no tolera nada bien el frío. Un concepto que, en su caso, está más que definido: lo ideal para esta familia es estar entre los 18 y los 25 grados. Por debajo de 18, la planta sufrirá.
6. El trasplante, uno de los cuidados de la Catathea que debemos posponer
¡Cero prisas en este aspecto! Como hemos comentado muchas veces, incluso si seguimos al pie de la letra los consejos sobre cómo trasplantar una planta correctamente ésta sufrirá. Un trasplante altera el ciclo vegetativo de una planta y supone, en sí mismo, un cambio. Algo que ninguna de las Calatheas lleva demasiado bien, hasta el punto de que es una de esas plantas que no conviene siquiera cambiar de sitio.
Sin embargo, siempre llega un momento en el que el trasplante es necesario. Pero, en el caso de esta familia, digamos que sucede más tarde de lo que solemos estar acostumbrados. Las Calatheas crecen en condiciones cuando han logrado llenar de raíces el contenedor en el que están. Por eso, tendremos que esperar a verlas sobresalir de la maceta para decidirnos a trasplantar. No solo es importante que la planta esté en este punto: además, tendremos que esperar a que sea primavera para que el trasplante llegue a buen puerto.
Y sí: conocer los cuidados de la
Calathea no son solo el aval de que la nuestra viva con plenitud. Es,
además, la oportunidad de disfrutar de unas de las plantas de interior
más llamativas, variadas y hermosas que existen.
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