Paso 2. Pica la cebolla hasta conseguir una pasta. Pela la cebollita y luego pícala en trozos pequeños. Añade posteriormente la cebolla en una licuadora para que se desintegre mejor.
Paso 3. Mezcla la cebolla y el ajo. Mezcla ambos ingredientes en la licuadora hasta obtener un líquido espeso.
Paso 4. Suma una cucharadita de pimienta de cayena en polvo a la mezcla. Finalmente, licúa todos los ingredientes hasta que estén bien mezclados. Si no cuentas con una licuadora, también lo puedes hacer en un tazón grande.
Paso 5. Vierte 500ml de agua sobre la mezcla y deja la infusión en reposo. Calcula como mínimo una hora para que el agua absorba todos los nutrientes de los ingredientes y se consiga un fungicida para plantas orgánico.
Paso 6. Utiliza un colador para colar la fórmula. Tras unas horas de reposo, cuela el líquido para que atrape las sustancias sólidas. Al finalizar obtendrás un vaso lleno de agua infundida.
Paso 7. Añade una cucharada de detergente al agua. Mezcla bien para que se cree el insecticida. Después, colócalo en un pulverizador y rocía tus plantas hasta cubrirlas, especialmente en las zonas más sensibles a las plagas como el envés de las hojas y tallos. Te recomendamos hacerlo a primera hora de la mañana para que las plantas lleguen secas a la noche y no se produzcan posibles hongos.
Paso 8. Guarda el insecticida en un refrigerador durante una semana. Tras su uso, puedes guardar este fungicida ecológico en una nevera durante máximo una semana para que no pierda sus propiedades. Eso sí, no te olvides de etiquetarlo para que no hayan posibles confusiones.
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