Decreto 21/2015, de 17 de abril, por el que se regulan las medidas de control, prevención y vigilancia epidemiológica de la rabia en animales y otras zoonosis en animales de compañía en el ámbito de las Illes Balears
En Baleares, es obligatorio vacunar anualmente de la rabia a los perros por un tema administrativo. No ocurre lo mismo en otras comunidades como Cataluña, País Vasco o Galicia, que tienen una vacunación no obligatoria.
Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Baleares, su presidente Ramón García considera que este cambio de decretos entre las distintas comunidades crea un cierto descontrol y cree que debería ser regulado a nivel estatal para así establecer unas pautas que fueran exactamente las mismas en toda España. Para García, nuestro decreto sería el ideal ya que de esta manera se podría evitar la entrada de un animal con rabia. ''Tiene cierto sentido, ya que el objetivo es tener una población de perros protegidos de manera que si entrase un animal con rabia, nos quedásemos en un caso específico y no en un contagio a otros animales'', señala.
Dice García que cuando esta enfermedad entra en un territorio es muy difícil de erradicar y lo más grave es que es letal y puede matar a cualquier ser humano. En este sentido, explica que la vacuna fabrica los anticuerpos al igual que en los humanos y que estos anticuerpos con el paso del tiempo van disminuyendo. Por eso, insiste, es necesario revacunar. ''La gente habla de que una sola vacuna basta. Eso es falso, la gente que viaja fuera, a otros lugares donde puede existir la rabia, se vacunan y se están poniendo tres dosis'', explica.
En general, la única vacuna obligatoria en Baleares es la de la rabia en perros porque es un problema de salud pública, aunque el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Baleares, Ramón García, recomienda otras como el moquillo o la leishmania.
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